El té tiene una amplia variedad beneficios y una variedad de tipos. Esta infusión no ha perdido su popularidad a lo largo de los años y, por el contrario, ha ampliado su oferta. Entre las propiedades que se destacan del té, detallaremos cómo cada uno de los tipos genera beneficios para la piel.
Té verde. Este tipo de té es muy rico en antioxidantes, por lo que su ingesta diaria beneficiará la salud de nuestra piel. Además, contiene polifenoles con propiedades antiinflamatorias. Por este tipo de componentes, el té verde es explotado también por la industria cosmética, sobre todo en productos de limpieza para el rostro, en particular para personas con la piel grasa.
Té negro. Es uno de los tés más populares. De sabor intenso, aporta buenas dosis de cafeína. Sin igualar al café, con una taza aporta energía para iniciar la jornada. Esta variedad es la más oxidada de todas. En este proceso de fermentación y oxidación gana en potencia sus compuestos fenólicos que tienen actividad antioxidante. Sin embargo, no es la variedad ideal para el cuidado de la piel.
Té rojo. Es la variedad más popular en el mundo. Su color y sabor lo hacen muy agradable al paladar. En su proceso de elaboración genera unos microorganismos que lo fermentan y transforman el té verde en té rojo. Suma propiedades que favorecen la digestión y es una gran alternativa para hidratarse, que a la larga mejora la calidad de la piel.
Té blanco. Es la variedad con el sabor más suave. A la vez, es la variedad que contiene más antioxidantes, convirtiendo al té banco al mejor para cuidad la piel. Por esta razón, también se lo conoce como el té de la belleza. Es un té verde potenciado, es antiinflamatorio y agrega otro beneficio muy especial: ayuda a mantener la salud bucal y es ideal para mantener una sonrisa saludable.