Carolina de Mónaco tiene 66 años, pero si una persona que la encuentra en la calle no sabe quién es, es posible que ni se le pase por la cabeza que tiene esa edad. Y es que ella ha sabido mantener una figura semejante a mujeres de 40 años, aunque por supuesto, eso no ha sido obra solamente de la genética, sino que también tiene sus secretos, uno especialmente.
La figura de Carolina de Mónaco realmente es envidiable. Es todo un ejemplo de que a cualquier edad una puede cuidarse y valorar su cuerpo, a pesar de que se deban tomar ciertas medidas para hacerlo y es que, con el paso del tiempo, nada es obra de la naturaleza, sino que hay que darle una mano y ayudarla.
Una de las claves que ha sabido conocer y mantener Carolina de Mónaco tiene que ver con la alimentación. La princesa monegasca sabe que debe alimentarse bien para no perjudicar su figura y por eso evita cierto tipo de alimentos. Esta predisposición y fuerza de voluntad ha hecho que mantenga su figura y su peso, a pesar de haber tenido cuatro hijos. Incluso, podemos decir que casi nunca se la ha visto fuera de forma.
Para lograr mantener su figura, Carolina de Mónaco sigue un régimen de alimentación basado en alimentos que tengan muchas proteínas, ya que estos son fundamentales para mantener los músculos en dietas de pérdida de grasa. En su dieta son obligatorios comidas como pollo, pescado y frutos secos, ya que estos aportan los nutrientes necesarios para mantener su cuerpo.
Pero este no es el único secreto de Carolina de Mónaco para mantener su forma. Ella sigue un ritual muy especial para mantenerse en forma y este se trata de tomar un vaso de agua caliente con limón todas las mañanas. De hecho, hace años que lo hace y lo considera muy beneficioso para su cuerpo y estado de ánimo, gracias a sus propiedades desintoxicantes y estimulantes.