La quinta temporada de la serie 'The Crown' comenzó y finalizó realizando un homenaje al conocido yate Britannia, una embarcación que fue "un segundo hogar y el único lugar donde se podía relajar" para la Reina Isabel II. Lamentablemente, por cuestiones de presupuesto (tenía gastos anuales rondando los 18 millones de euros), el yate tuvo que ser abandonado y dejado de lado en los años 90.
La Reina Isabel II siempre aseguró que se sentía feliz en el yate Britannia y que incluso dicha embarcación tenía un significado muy especial para su familia, ya que la mayoría de las giras internacionales las habían realizado en dicho yate. Incluso el Britannia fue el lugar donde el príncipe Felipe sirvió como comandante de la marina real, y pudo supervisar el diseño de las características técnicas del yate durante su creación.
Por el Britannia incluso pasaron muchos Presidentes, como por ejemplo los Eisenhower, los Ford, los Reagan y los Clinton. La embarcación contaba con una gran escalinata, vajilla de plata y cristal y una bodega. Además, el Britannia contaba con un comedor de Estado con capacidad para 100 personas que podía convertirse en una sala privada de cine.
El Britannia también tenía un tobogán acuático por el que los integrantes de la familia se deslizaban alegremente. En cuanto a la tripulación, 220 marineros que vivían, dormían y trabajaban a bordo, así como unos 45 miembros del personal de la casa real. El yate también podía transportar otros medios de transporte, como una barcaza real, dos lanchas de velocidad media, un par de botes de vela de 4 metros, así como un Range Rover y un Rolls-Royce para transportarse en tierra.
Lamentablemente, la Reina Isabel II aceptó retirar el yate de su servicio en 1997 tras 43 años de uso y más de un 1,5 millones de km recorridos. En la serie 'The Crown' se ve como incluso es el mismísimo actual Rey Carlos III quien convence a los diputados del partido laborista de no destinar más dinero al Britannia para otorgárselo a otros proyectos.