El tenso vínculo entre Camilla Parker Bowles y la pequeña Lilibeth Diana, hija del príncipe Harry y Meghan Markle, sigue siendo un tema de conversación en el Reino Unido. Desde la boda del príncipe Harry y Meghan Markle, Camilla ha mantenido una tensa relación con la pareja, y ha hecho todo lo posible por socavar su imagen. Ahora, parece que ha encontrado una nueva forma de mostrar su desprecio: negando a la familia real la oportunidad de asistir al bautizo de la niña.
La reina consorte ha sido acusada de orquestar el boicot para mostrar su enemistad con el duque de Sussex, pero también se rumorea que está celosa de que la niña lleve el nombre de la fallecida princesa Diana. Aunque Harry y Meghan alegaron haber invitado a los miembros de la familia real, nadie asistió a la ceremonia, lo que ha sido visto como una jugada sucia de Camilla para ridiculizar a la pareja.
A pesar de las esperanzas del rey Carlos de que los conflictos entre su esposa y Harry se resuelvan, parece que la malvada madrastra está dispuesta a impedir cualquier acercamiento. Los expertos en realeza afirman que la relación entre Camilla y Meghan nunca ha sido la mejor, y que la esposa de Carlos todavía se siente incómoda con su papel como la ex esposa de su ostentoso esposo en el pasado.
Este conflicto es solo uno de los muchos que han plagado la familia real británica en los últimos años. Desde el Megxit hasta la entrevista explosiva de Harry y Meghan Markle con Oprah Winfrey, la monarquía ha sido sacudida por la controversia y el drama. La actitud de Camilla hacia la pareja solo añade más tensión a una situación ya de por sí complicada.
Es importante recordar que la familia real es una institución importante en el Reino Unido, y que sus miembros tienen un papel importante que desempeñar en la sociedad. Sin embargo, como cualquier otra familia, también tienen sus problemas y sus conflictos. Esperamos que, con el tiempo, la situación se resuelva y que la familia real pueda seguir adelante con su trabajo en beneficio del país.
Cómo fue el bautizo de Lilibeth Diana
La pequeña, que ya tiene 21 meses, recibió las aguas bautismales siguiendo la religión del príncipe Harry. "Puedo confirmar que la princesa Lilibet Diana fue bautizada el viernes 3 de marzo por el arzobispo de Los Ángeles", según ha confirmado un portavoz de los duques de Sussex a People.
Después de que la pequeña recibiera el sacramento, todos los asistentes disfrutaron de una comida y de una tarde de baile, incluso Archie, el hijo mayor de Harry y Meghan que cumplirá el día de la coronación de su abuelo (6 de mayo) cuatro años, sacó a bailar a la homenajeada, según apunta la publicación.