Todo el mundo se puso muy feliz cuando nos enteramos de que Rafael Nadal, múltiple campeón de tenis, sería padre por primera vez. De una manera muy dulce anunciaron a la prensa y a sus seres más queridos que serían padres y se armó una revolución en base al heredero de una de las mejores raquetas del mundo.
Xisca Perelló y Rafael Nadal pasaron de la alegría más grande de todas, a una de las preocupaciones por las que nadie quiere pasar. El embarazo marchaba con suma normalidad hasta que en la semana 31 ella tuvo que ser ingresada a un hospital de Palma de Mallorca por una complicación. En un primer momento no quisieron comentar los motivos pero todos temían que el bebé tuviera algo que ver, con el paso de los días se confirmó.
Las noticias más graves hablaron de quirófano y de situación compleja, mientras que la realidad indica que su estado no reviste de enorme gravedad pero sí deberá permanecer ingresada en dicho hospital de la isla balear con el fin de monitorear exhaustivamente el embarazo del primer bebé de Rafael Nadal.
La idea principal de los médicos es que Xisca Perelló se mantiene hospitalizada al menos hasta la semana 34 de embarazo por lo que permanecerá ingresada hasta mediados de septiembre.Una vez que abandone el hospital al recomendación de los doctores es que no vuelva a la mansión que comparte con Rafael Nadal en Porto Cristo sino que resida en algún sitio cercano al hospital en caso de que vuelva a tener una complicación.
El dato más importante es que ante todos estos eventos, los padres ya han asumido de que tendrán un bebé prematuro ya que según los médicos el bebé se adelantará al parto y no cumplirá las 40 semanas de gestación.