Afincada en Madrid pronto dejo su ciudad natal, Linares (Jaén), para dedicarse en cuerpo y alma a lo que más le gustaba desde bien pequeñita, ser actriz.
De Jaén saltó a Málaga para estudiar Interpretación musical en la Escuela Superior de Arte Dramático y posteriormente se marchó a Madrid para continuar con su formación en el Estudio Corazza. Natalia de Molina ha sido y es una actriz muy querida y respetada en el mundo del cine y entre sus reconocimientos más importantes está su primer Premio Goya como actriz revelación por su participación en 2013 en la película ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’. Tres años más tarde, en 2016 logró alzarse con una segunda estatuilla en los Goya por su interpretación en ‘Techo y comida’, en esta ocasión como actriz protagonista. Igualmente desde 208, Natalia de Molina es miembro de la Academia de las Artes y Ciencias de Hollywood. Un nombramiento del que se siente muy orgullosa. Y es que la actriz andaluza desde que comenzó su andadura profesional no ha parado de trabajar y cosechar éxito en el difícil mundo del cine.
Desde el pasado fin de semana la actriz cuenta con un nuevo galardón que suma a su palmarés. Natalia de Molina fue homenajeada durante la Gala inaugural del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva con el Premio Luz del que señaló “es un honor recibir este premio, aunque también da un poco de vértigo porque soy muy joven”. Pero la joven actriz aseguró “es muy bonito, es como un chute de autoestima, porque es una profesión muy difícil y he arriesgado mucho, así es que este Premio Luz me dice que debo seguir por este camino”.
Durante la rueda de prensa ofrecida previa a la gala, De Molina quiso reivindicar el acento andaluz, tan criticado como alabado: “el acento andaluz como parte de la diversidad de nuestro país en el cine español. La actriz indicó que “al principio mi acento me cerró puertas y trabaje mucho en neutralizarlo. Pero no hay que renunciar a nada y al final mi acento andaluz me ha dado muchísimo”.
La joven actriz linarense también se declaró ser una trabajadora nata: “Soy una obsesiva del trabajo. Son muchas horas las que hay detrás de cada personaje y cuando me veo al principio siempre saco defectos. Es cuando tomo distancia cuando me doy cuenta de que también hago cosas bien”.
Feliz, emocionada y muy orgullosa de haber recibido este galardón, De Molina vive una etapa profesional inmejorable .Con la concesión de este galardón, que cuenta con el apoyo del Colaborador Oficial del certamen, la Fundación Atlantic Copper, el Festival de Huelva reconoce a una actriz de trayectoria versátil, arriesgada y prometedora.
Arropada por su familia, la actriz jiennense recogió la estatuilla de manos de su hermana, la directora y guionista Celia de Molina, tras la presentación de Mabel Lozano. Tras hacerse con este nuevo galardón, la joven actriz se dirigió a los invitados al acto y recordó cómo ha sido su trayectoria y su evolución: “Empecé a hacer cine por miedo y ahora lo hago por amor. Odio las etiquetas, pero si me queréis etiquetar, hacedlo como actriz mariposa, que a día de hoy es lo que más me representa”.
Emocionada y sin querer soltar el galardón, De Molina, quiso agradecer a los organizadores que hubieran pensado en ella. En un emotivo mensaje, la actriz reconoció que este galardón se trata “de un premio muy especial porque no es por un papel o una película en concreto, sino que se reconocen mis diez años de trayectoria trabajando en el Audiovisual”.
A la larga lista de películas en las que ha participado con destacados papeles, se suma las de este año, entre las que está la película ‘Asedio’. De Miguel Ángel Vivas, ha rodado la serie para Netflix ‘Mano de Hierro,’ de Luis Quilez; y el largometraje ‘Desmontando un elefante’, dirigida por Aitor Echeverría.